Encuestas, populismos y quinto poder
Son muchos los que le han otorgado el título de “quinto poder” a las redes sociales. Probablemente sea así, basta comprobar cómo estas herramientas tiene tan alta influencia que pueden desde marcar la agenda política a gobiernos, encumbrar o linchar a un político, un periodista o un cantante. Incluso hay quien sostiene que se puede hasta manipular a una gran parte de la sociedad hacia un voto o una marca.
Otros piensan justo todo lo contrario, que son espacios de libertad. Los hay que sostienen que también son lugares de contrapoder de los medios de comunicación a los que también les marcan la agenda… o quienes afirman que detrás hay intereses oscuros económicos o políticos que mueven los hilos.
De esto han escrito y siguen escribiendo mucho los expertos, aunque también según a qué especialista recurramos nos llevará a concluir una cosa y la contraria. ¡Qué inquietud! ¿No les parece?
Como yo no soy ni aprendiz ni experta, a mí esta compleja realidad vinculada a las nuevas tecnologías, me lleva sin embargo a una conclusión antigua. Esa que resumían los famosos versos del asturiano Ramón de Campoamor, algún que otro siglo atrás. Ya saben, aquello de «En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira»
Lo mismo pasa con la interpretación de las encuestas y con los populismos varios que nos rodean. Populismos nada nuevos, dicho sea de paso, aunque ahora vistan a la última moda y cambien las cervecerías o las plazas por los teléfonos de última generación.
Hablar de principios, de valores, de matices, de escuchar, de reflexionar, de actuar pensando a largo plazo, de no reaccionar hasta pensarlo bien no está de moda. Ahora “no vende” que dirían algunos.
El partido de Albert Rivera y el propio Rivera son un ejemplo de estar a la última. De mutar en función de encuestas y cocer sus propuestas al calor de la temperatura del quinto poder. ¿Solo del quinto? Es lo que tiene no tener responsabilidades de gobierno en ninguna parte y querer dirigir todo el tráfico sin haber conducido nunca un coche.
Miran solo por su cristal anaranjado. Será por eso que llevan tal mal las críticas y con tanta soberbia algunas encuestas. Pero amigos, todos sabemos en este mundo digital que nos ha tocado vivir, lo efímeros que son a veces los Trending Topic.
La Coalición Compromís es otro ejemplo. Ha decidido que todos aquellos que discrepemos con sus postulados y opiniones somos “antivalencianos” Así, sin despeinarse. Han acuñado ese insultante calificativo remedando a sus admirados independentistas. Han creado un hashtag y todo, los muy demócratas.
Miran solo por su cristal sectario. Será por eso que buscan que haya tensión o fractura y adelantar tarea señalando culpables. Pero, amigos, todos sabemos que la gente acaba por buscar tranquilidad, respeto y convivencia.
No sé si será verdad ese vaticinio apocalíptico de que el marketing o las consignas populistas nos nublarán y anularán el criterio, el matiz, la reflexión, la libertad… No sé si será mentira que la ciudadanía venda o cambie sus principios y valores por un puñado de likes…
Solo sé que creo en el útil combate de seguir defendiendo aquello en lo que creo.